Como ya prometía en el post anterior, nos hemos metido ya de lleno en el edificio antiguo.
Desde el lunes, hemos ido completando clases contrarreloj para que el súper equipo de limpieza liderado por la señora Grimilda vaya dejando listas las clases para que las profesoras puedan ir preparándolas ya para el curso.
Hemos quitado las humedades, masillado, lijado, limpiado y pintado unas 4 habitaciones en estos días. Incluso hemos empezado ya en el bajo para que mañana a primera hora ya esté la última de las aulas lista.
Además, me he reunido con el ebanista y ya tenemos la cotización, que después de apañar algunos puntos, hemos conseguido cuadrarlo dentro del presupuesto. Todo asciende a unos 50000 pesos dominicanos (casi 900€…) En éste se incluye el arreglo o sustitución (depende del estado) de todos los pupitres y sillas que veis en la foto, un par de techos de madera, algún rodapié al que faltaban trozos, arreglar algunos marcos de puertas e incluso estamos viendo si podemos cambiar una puerta que está totalmente carcomida.
En cuanto al electricista, si todo va bien, se pasará el viernes por la escuela.
También hemos hablado con el joven encargado de pintar los murales, al que esperamos mañana.
El herrero, por su parte, va acabando su cometido. Incluso he tenido la suerte de conocer a su hijo, Giancarlo, que viene muchas veces con él. La foto es consecuencia de un “déjame a mí la cámara, que yo hago las fotos mejor que tú” cuando trataba de sacar fotos a la última compra de material que hicimos (todo lo que se ve detrás). Todo un artista de los selfies… nada que hacer ante él.
Y, por último, me he reunido con un albañil para que arregle las irregularidades que hay en el patio y sustituya alguna baldosa rota en los baños.
Muchísimo trabajo, muchísima coordinación entre todo el equipo y, sobre todo, muchísimo buen rollo porque son todos y todas del barrio o relacionados/as con la escuela. Y, como os decía, todo a contrarreloj porque el lunes comienzan las clases y, aunque dudo que lleguemos con todo, al menos los interiores tienen que estar listos.
Familia, Pablo y yo estamos destrozados, pero disfrutando como enanos. ¡No os imagináis lo gratificante que es ir viendo el cambio en vivo y en directo!
¡Estamos estupendamente y aún nos quedan unos cartuchos que gastar, así que a tope!
Os dejo algunas fotos.
De verdad, mil gracias por todo vuestro apoyo en esta reforma. Creo que se aprecia, pero es que parece otra.
¡Pronto os escribo de nuevo! Igual ya para enseñaros el resultado final…
¡Un abrazo enorme desde El Javillar!
